La receta es muy parecida a la de tarta de zanahoria que subí hace tiempo, casi cuando creé este blog, con alguna que otra variante y evidentemente de textura diferente.
INGREDIENTES:
500 gr de zanahorias peladas y cocidas.
125 gr de azúcar.
125 ml de nata líquida.
4 yemas de huevo.
50 gr de harina de trigo.
100 ml de aceite de girasol.
1 cucharadita de esencia de vainilla.
1 sobre de levadura.
Mermelada de albaricoque o melocotón.
125 ml de vino Limón.
50 gr azúcar.
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 180ºc.
Una vez cocidas las zanahorias, las escurrimos y las trituramos.
Añadimos el resto de ingredientes excepto la mermelada que será para decorar.
Repartimos en moldes individuales y horneamos a 180ºc durante 40 minutos. Al principio subirá como si de un bizcocho se tratara, pero una vez hechos bajan y quedan con la textura de un flan o tocinillo de cielo.
Con mermelada están riquísimos, aunque la nata montada con queso crema también le va que ni pintado.
Es un postre de esos que no puedes probar solo uno, si los hacéis pequeñitos como los que yo os enseño, puedes comerte media docena en un abrir y cerrar de ojos y ni te das cuenta.
Para el caramelo, reducimos el vino a fuego medio con el azúcar y lo trabajamos luego formando hilos.
¡A cocinar!
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