INGREDIENTES:
750 ml de leche entera.
150 gr de azúcar.
4 yemas de huevo.
Cáscara de limón y naranja.
80 gr de almidón de maíz o Maizena.
40 gr de mantequilla.
1 rama grande de canela.
2 vainas de vainilla.
Harina de trigo y 3 huevos batidos (para rebozar)
Aceite de girasol para freír.
Azúcar y canela molida para rebozar.
ELABORACIÓN:
De los 750 ml de leche apartamos un vaso para desleir la harina de maíz.
Lo siguiente es infusionar la leche con los aromas a fuego lento, la piel de naranja y limón, la canela desmenuzada, las semillas de la de vainilla y sus vainas. Lo llevamos a ebullición y dejamos reposar 10 minutos tapado con un film.
Mientras, mezclamos el vaso de leche apartado con el almidón, y para que no queden grumos, mejor hacerlo con la batidora, así nos aseguramos después una crema homogénea.
Espumamos las yemas con el azúcar y añadimos a esta mezcla la leche con la Maizena. Batimos hasta integrar y reservamos.
Colamos la leche que habíamos infusionado y volvemos a llevar al fuego. Calentamos a media ebullición y le incorporamos la mezcla anterior y la mantequilla.
Movemos con varillas hasta que vaya espesando y retiramos del fuego.
Lo pasamos todo a la bandeja que hayamos elegido y dejamos enfriar, aconsejable mejor de un día para otro.
Cortamos en porciones, enharinamos, pasamos por huevo y freímos hasta que vayan dorando. Las vamos colocando en papel absorbente y una vez que estén todas fritas las rebozamos en la mezcla de azúcar y canela molida.
Lo más importante es infusionar bien la leche para que coja todo el aroma y sabor de los ingredientes, y no pasarnos con la cantidad de Maizena porque nos tiene que quedar consistente pero cremoso por dentro... nada de porciones que reboten como pelotas de silicona de lo compactas que quedan!!!!!!!!!! 😉
¡Entretenido pero riquísimo!
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