Es una receta sencilla y os saldrá un postre exquisito. Hay multitud de tipos de tarta de manzana, con hojaldre, con masa quebrada, con bizcocho... pero esta que os traigo yo no lleva base de ningún tipo y la textura final es la de un flan bien compacto con un sabor tremendo a pura manzana.
Las reinetas son más caras y menos fáciles de encontrar, al menos por aquí, pero la diferencia de sabor merece la pena, son muy aromáticas y el dulzor es diferente, especial. Aún así, las que he hecho con golden también están muy buenas, menos ácidas y de sabor más suave, menos potente que las de reineta... "pa" gustos....

2 kg de manzanas.
4 huevos.
250 ml de leche.
1 rama de canela.
1 vaina de vainilla.
1 cucharadita de canela en polvo (opcional).
200 gr de azúcar.
150 gr de harina de trigo.
1 sobre de levadura química.
Azúcar moreno.
Brillo para tartas o mermelada de melocotón.
ELABORACIÓN:
De los 2 kg de manzanas separamos unas 2 o 3 que cortaremos en láminas para decorar, y el resto las pelamos, las descorazonamos y reservamos para triturar, justo cuando tengamos el resto de ingredientes preparados, ya que si lo hacemos antes se nos oxidan y quedan de un color muy oscuro y menos apetecible.
Infusionamos la leche con las semillas de la vaina de vainilla y el palo de canela totalmente desmenuzado para que suelte bien el aroma al hervir la leche.
Cuando arranque a hervir retiramos del fuego, le ponemos un film y la dejamos reposar unos 10 o 15 minutos. Luego la colamos y la dejamos atemperar.
Precalentamos el horno a 180ºc con calor arriba y abajo.
Trituramos las manzanas (mejor si tenéis thermomix, si no, con batidora normal) y añadimos todos los ingredientes juntos, incluida la leche infusionada. Batimos todo hasta obtener una mezcla lisa y homogénea.
Vertemos la batida en nuestro molde forrado con papel sulfurizado.
Horneamos durante 35 minutos, la sacamos y colocamos las láminas de manzana para decorar. Espolvoreamos con suficiente azúcar moreno y la llevamos de nuevo al horno con el grill durante unos minutos, hasta que veáis que empiezan a dorarse, es lo que le dará vista a nuestro postre.
Sacamos y dejamos enfriar.
Pincelamos con brillo para tartas o mermelada de melocotón diluída con un poco de agua.
Es un postre muy adictivo, se van cortando trocitos y no dejas de dar viajes al frigorífico.
Podéis acompañarla de un poco de chantilly de canela, o con helado de vainilla.
Es fácil, sana, rápida y riquísima.
¡Nos vemos pronto!